El Manchester United quiere amortiguar el impacto que causaría en la afición la inminente salida de su estrella Wayne Rooney y se ha marcado una prioridad: Gareth Bale.
El galés es el gran objetivo de David Moyes para aumentar el nivel competitivo del equipo de cara a la Liga de Campeones y su fichaje rebajaría el sentimiento de indignación de la afición ante la posible venta de Rooney a uno de los rivales más peligrosos en la Premier, el Chelsea de Jose Mourinho.
Según publica ‘Mirror’, la familia Glazer estaría dispuesta a invertir 60 millones de libras (casi 70 millones de euros) por el jugador del Tottenham, también pretendido por el Real Madrid. Aunque el principal escollo es el rotundo ‘no’ del presidente de los ‘spurs’, Daniel Levy, que se niega a vender a su jugador franquicia.
De hecho como publica hoy el diario AS, Levy le ha ofrecido al jugador doblar su ficha, que pasaría de 4,5 millones a 9 (170.000 euros a la semana).
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